Un contactor es un dispositivo electromagnético diseñado para conectar y desconectar cargas de potencia, como motores, resistencias o sistemas de iluminación. Al energizar su bobina, un electroimán atrae el núcleo interno y cierra los contactos principales, permitiendo el paso de corriente hacia la carga.
Los contactores cuentan con terminales de fuerza para manejar corrientes elevadas y con contactos auxiliares, utilizados para lógica de control, enclavamientos y señalización. Estos contactos auxiliares manejan corrientes mucho menores que los principales.
Existen contactores con bobinas para corriente alterna (CA) y corriente directa (CD). Los más comunes son los de CA debido a su tamaño reducido y bajo costo; los de CD suelen ser más grandes y pesados por el tipo de bobinado que requieren.
Categorías de servicio del contactor
AC1: Cargas resistivas (luminarias, calefactores).
AC2: Arranque e inversión de motores síncronos.
AC3: Maniobra de motores asincrónicos de jaula a plena carga (categoría más usada en motores).
AC4: Maniobras severas: arranques frecuentes, inversión brusca y frenado por contracorriente.
Nomenclatura de terminales
Bobina: A1 y A2 (pueden existir duplicados para facilitar el cableado).
Contactos principales: Numeración 1–2, 3–4, 5–6 o marcados como L1-L2-L3 (entrada) y T1-T2-T3 (salida).
Contactos auxiliares: Normalmente cerrados (NC) con numeración 21–22, y normalmente abiertos (NO) con 13–14.
La selección del contactor depende de la corriente de la carga, la tensión de la bobina, el tipo de servicio (AC1, AC3, AC4) y el tipo de alimentación donde se integrará el control. Si deseas, puedo añadir una sección de cómo seleccionar el contactor ideal.

