Un HMI (Human-Machine Interface), o Interfaz Humano-Máquina, es un dispositivo que permite al operador interactuar directamente con un proceso automatizado, visualizar información en tiempo real y enviar comandos a la maquinaria. A través de pantallas táctiles o paneles gráficos, el HMI muestra variables como temperatura, velocidad, estados de máquina, alarmas y tendencias, facilitando el control y supervisión de sistemas industriales.
Existen diferentes tipos de HMI según la aplicación:
HMI independientes, utilizados únicamente para comunicación con PLC o variadores.
HMI con PLC integrado (All-in-One), que combinan control y visualización en un solo equipo.
HMI de red o cloud, diseñados para supervisión remota y acceso desde redes industriales o plataformas en la nube.
Los HMI están disponibles en múltiples tamaños de pantalla, desde 3.5” hasta más de 15”, lo que permite seleccionar el adecuado según la cantidad de información que se requiera mostrar y el espacio disponible en el panel.
Cómo seleccionar un HMI
Al igual que con un PLC, la elección de un HMI debe basarse en la necesidad del proceso. Los criterios principales son:
Resolución y tamaño de la pantalla según el nivel de detalle gráfico requerido.
Cantidad de colores y capacidades gráficas.
Protocolos de comunicación compatibles con el PLC (Modbus, Profinet, EtherNet/IP, CAN, etc.).
Si será un HMI independiente o un HMI All-in-One con PLC integrado.
Memoria disponible, especialmente si se utilizarán recetas, tendencias o almacenamiento de datos.
Número y tipo de puertos (Ethernet, serial, USB).
Índice de protección (IP) para ambientes industriales exigentes.
